El PSV se clasificó el jueves por la noche para los octavos de final de la Europa League de la UEFA. En una noche trepidante, el equipo ganó 0-1 al Granada, mientras que su rival, el PAOK, cayó en Chipre.
Intenciones
Después de los numerosos cambios del pasado fin de semana, Roger Schmidt volvió el jueves por la noche a la formación con la que impresionó regularmente en las semanas anteriores. Con ello, las intenciones del PSV estaban claras incluso antes del saque inicial. El equipo quería ganar y apostó visiblemente por el ataque en Estádio Nuevo Los Cármenes. Tras veinte minutos de presión, se produjo la primera gran ocasión.
Recompensa al buen juego
Donyell Malen recibió un pase de pecho de Cody Gakpo y disparó ajustado al poste. El fallo inspiró al PSV para hacer más, y la recompensa llegó en el minuto 38. De forma excelente, además. Y lo hizo de la mejor manera. Con un pase al corazón de la defensa española, Olivier Boscagli habilitó al lateral izquierdo Philipp Max, que sirvió a Malen a su antojo tras una gran carrera: 0-1.
Bajo presión
A los diez minutos de la reanudación, Denzel Dumfries tuvo el 0-2 en sus pies. El capitán recibió un servicio de Mario Götze, que regateó a cuatro jugadores del Granada. Sin embargo, el disparo de Dumfries fue rechazado por poco por el guardameta Rui Silva. La parada inspiró a los locales, que intensificaron su juego y pusieron en serios aprietos al PSV a la hora de juego.
Espíritu de lucha
Gracias en parte a la buena puntería de Yvon Mvogo y a un poco de suerte, el PSV se libró de un revés. Al mismo tiempo, la noticia de que el Omonia de Nicosia se había adelantado al PAOK hizo que el equipo se diera cuenta de que podía ganar en invierno. Esto despertó un espíritu de lucha adicional, con el que el PSV logró la victoria. Como el Omonia no regaló la victoria en Chipre, la última jornada ya no importa.
Clasificación en el Grupo E
Granada: 5-10
PSV: 5-9
PAOK: 5-5
Omonia Nicosia: 5-4