Entre el 12 y el 18 de septiembre, el PSV celebra en Eindhoven 75 años de libertad. Cada día contamos en Internet historias del club en tiempos de guerra. En la 5ª parte, todo sobre el bombardeo de San Nicolás sobre la ciudad.
A primera hora de la tarde del domingo 6 de diciembre de 1942, la población de Eindhoven se vio sorprendida por un intenso bombardeo de las fábricas de Philips en Strijp y Emmasingel. Con la "Operación Ostra", los aliados intentaron asestar un duro golpe a la industria bélica alemana.
El ataque aéreo es lanzado a las 12.35 h por 89 aviones de combate de la Royal Air Force (RAF) procedentes de Inglaterra y dura unos 15 minutos. En quince minutos, el cuartel general de Philips queda prácticamente destruido y las fábricas de Emmasingel y Strijp sufren graves daños. Varias bombas británicas no alcanzan su objetivo y caen sobre el Demer y la Binnenziekenhuis, en pleno centro de Eindhoven. Mueren 150 personas. Cientos de personas resultan heridas. Un pequeño golpe de suerte: si la acción se hubiera llevado a cabo un día laborable, el número de víctimas habría sido muchas veces mayor.
Frits Philips se siente asombrado y embargado por fuertes emociones cuando llega al centro de la ciudad en bicicleta para comprobar los daños con sus propios ojos. Pero", dice, "pude entenderlo. Enseguida me di cuenta de que la guerra contra los alemanes tenía que ser dura si se quería ganar y eso me reconcilió con este espectáculo infernal".
Censura
En la censurada prensa holandesa -incluido el Dagblad van het Zuiden- aparecieron reportajes que intentaban arrojar una luz completamente distinta sobre la situación de guerra. Estos artículos suelen traducirse literalmente del Deutsche Zeitung in den Niederlanden, publicado entre mayo de 1940 y mayo de 1945. El periódico subraya que el Hospital del Interior fue golpeado con especial dureza y que el "lanzamiento indiscriminado de bombas dejó víctimas civiles inocentes, sobre todo mujeres y niños".
Al parecer, para tranquilizar a los habitantes de Eindhoven, las Hitler-Jugend organizaron poco después de San Nicolás una gran campaña de juguetes para los hijos de los padres que luchaban en el frente en el Centro de Relajación Philips (POC). Estos niños pueden acudir gratuitamente al POC para recoger juguetes.
Desde Nueva York, Anton Philips reacciona a la acción con gran emoción. No sólo constata que se ha destruido el trabajo de toda su vida, sino que ahora teme la deportación de miles de trabajadores a Alemania para trabajar. Ese temor resulta ser fundado: en total, unas tres mil personas de Philips, en su mayoría de entre 18 y 20 años, serán transportadas.
Ludwig Nolte, el hombre que supervisa la planificación y producción de Philips en Eindhoven en nombre de los alemanes, viaja directamente a Berlín para discutir las consecuencias del ataque. El régimen nazi le comunica que las fábricas de Philips serán reconstruidas.
El 30 de marzo de 1943 se produce un segundo bombardeo británico sobre las fábricas de Philips. Las consecuencias para la empresa son limitadas, aunque el Fellenoord es fuertemente alcanzado por las derivas. El segundo bombardeo también despierta el miedo entre los empleados, que temen ser alcanzados por nuevos bombardeos mientras trabajan.
Huelga
Los días 30 de abril y 1 de mayo, casi todos los empleados de Philips van a la huelga. La huelga forma parte de una acción a escala nacional contra el plan alemán de llevar de vuelta al cautiverio a 300.000 antiguos soldados holandeses y deportarlos a Alemania. En respuesta a la huelga, el Staatssicherheitsdienst (SS) lleva a cabo siete detenciones arbitrarias en Eindhoven, entre ellas la de cuatro empleados de Philips. Bajo la mirada de Nolte, estas siete personas son ejecutadas pocos días después en los terrenos de la fábrica en Strijp. Ese destino pende también sobre la cabeza de Frits Philips. Si no consigue poner fin a la huelga en el plazo de un día, será ejecutado, le dicen.
Aparece un artículo en el Dagblad van het Zuiden por orden de las fuerzas de ocupación. Dice así: "La dirección de Philips NV considera necesario llamar la atención de todo el personal sobre el hecho de que deben reanudar el trabajo el lunes 3 de mayo a más tardar. Los que no lo hagan se expondrán a las medidas más severas derivadas de la proclamación de la ley marcial". En vigor desde la ordenanza del 9 de enero de 1943, esta ley marcial estipula que los altos mandos de las SS pueden dictar órdenes de procesamiento y ejecución. Bajo la amenaza de nuevas represalias alemanas, los trabajadores de Philips volvieron al trabajo el 3 de mayo.
Bombas en el parque deportivo
El segundo bombardeo afecta también al parque deportivo del PSV. Dos bombas caen sobre los campos de entrenamiento y una impacta en el campo principal, donde posteriormente es excavado. La consecuencia de las acciones es que los jugadores del PSV ya no pueden entrenarse con luz artificial. Nos entrenábamos en un gimnasio o hacíamos algo de carrera en el Oirschotsedijk", recordó más tarde el lateral izquierdo Ad van Tuijl. 'Con la amenaza de nuevos atentados, el placer de jugar al fútbol era nulo'.
Van Tuijl (19) es uno de los jóvenes futbolistas que pasaron de las categorías inferiores del PSV al primer equipo durante la temporada 1942-1943. Los otros son el portero Lieuwe Steiger (18) y el extremo izquierdo Joke Mulders (19). Mulders tiene un talento tremendo y pronto recibe el apodo de El Cañón del Sur. Es el sucesor lógico de Frans Roosendaal, al que han puesto a trabajar en Alemania. El mismo destino se cierne sobre Van Tuijl, llamado a trabajar en Hamburgo. Su madre lo retiene en casa y así Van Tuijl escapa posiblemente a un destino terrible. Durante un bombardeo de Hamburgo, decenas de miles de personas mueren.
El joven equipo del PSV tampoco consigue despuntar esta temporada. Dirigido por el nuevo entrenador Coen Delsen, ex jugador del Ajax y del Blauw-Wit, el equipo termina en un decepcionante noveno puesto.