El PSV D1 recuperó el liderato de la Primera División B sobre el MVV gracias a una merecida victoria a domicilio por 4-2 sobre el MVV D1.
El PSV tuvo las de ganar desde el saque inicial, aunque se notó que había tensión en el partido. Jeroen Meefout y Michael Maria lograron situarse en posición de gol, pero en ambas ocasiones fallaron por un pelo.
El MVV apenas apareció en el partido, pero el primer buen ataque de los limburgueses a los 20 minutos de juego fue un golpe directo (1-0). El PSV no se amilanó y siguió jugando al ataque. Esto se tradujo en el gol del empate un minuto después del gol del MVV. Michael Maria colocó el balón desde un córner en la cabeza de Rai Vloet, completamente libre, que cabeceó limpiamente.
Tras el descanso, el PSV se hizo dueño y señor del partido, y no fue de extrañar que nuestros chicos, tras una buena perseverancia y un pase de ídem de Endy Opoku Bernadina a Olivier Rommens, se adelantaran 2-1. Poco después, llegó el 3-1, después de que Michael Maria, tras una fantástica jugada por la banda izquierda, conjurara el balón en la cruceta. El MVV estaba al borde del colapso y Endy Opoku Bernadina no acertó a disparar al poste. Como tantas veces en el fútbol, el MVV logró el gol del empate en uno de sus escasos arranques en el rechace (3-2). Ahora era el PSV el que parecía estar al borde del colapso por un momento. El entrenador Jefta Bresser intervino bien de inmediato y dio entrada al mermado Rai Vloet por Clint Leemans, dejando a Olivier Rommens jugar en su conocida posición de número 10. El PSV volvió a controlar el partido y buscó el 4-2 por mediación de Jordy de Wijs. Mientras todos los jugadores, el cuerpo técnico, los padres, la hermana y el abuelo celebraban la victoria, el árbitro decidió anular el gol por fuera de juego obstructivo siguiendo las instrucciones del juez de línea del MVV. Todos los jugadores del PSV se quedaron atónitos. Poco después, Sam Schuite logró superar a su adversario con un elegante deslizamiento dentro de su propia área. El árbitro fue el único que vio falta y puso el balón en el punto de penalti.
Éste podría haber sido el punto de inflexión del partido, pero el guardameta del PSV, Jeroen Meurs, pensó de forma muy distinta y sacó el balón de la escuadra de su portería con una reacción felina. ¡Qué parada tan importante!
El PSV D1 se animó con esta gesta y volvió a lanzarse al ataque. Endy Opoku Bernadina se deshizo de varios defensas y envió un centro ajustado desde la línea de fondo, que Jorrit Hendrix, que llegaba bien, introdujo en la portería del MVV. Con esto se llegó al 2-4 final y nuestros chicos pudieron empezar a celebrarlo un poco.
Informe cortesía de Peter Meefout