Hoy vuelve al calendario el lejano partido fuera de casa contra el Aquisgrán. Mientras que el primer partido se jugó en un estercolero, hoy se ha elegido un anlage diferente, uno con hierba artificial o lo que debería pasar por ella. Éste se encuentra al lado del estadio Tivoli, donde está el campo local. Como los profis ya aparecen en el saque inicial a las 13.00, ya podemos pagar 5 euros por aparcar en algún sitio. En el saque inicial, resulta una vez más que Alemania no juega con jueces de línea. Así que Bei uns is alles besser no se aplica hoy aquí, pero eso aparte. Ahora, el partido. Al igual que el miércoles pasado contra el Eindhoven, el rival intenta presionarnos de inmediato. En consecuencia, al PSV le cuesta jugar al fútbol en los primeros compases debido a la falta de movimiento y al hecho de que el Aachen está inmovilizado. Sin embargo, no se producen situaciones de peligro. Al cabo de unos 10 minutos, la presión del Aachen cede un poco y resulta más fácil encontrar al hombre libre. El partido empieza entonces a inclinarse a favor del PSV. Un cuarto de hora más tarde, el PSV se adelantó 0-1, cuando un balón cayó en el área de 16 metros y Mo lo controló bien, lo protegió y remató impecablemente. Esto suele dar alas al equipo y puede empezar a controlar el partido. Brevemente, un jugador del Aquisgrán se cuela, pero Edson juega bien y puede evitar males mayores. También vuelve a quedar claro por qué hay jueces de línea en el fútbol, cuando el árbitro pasa por alto un fuera de juego. El PSV se va al descanso con una ventaja de 1-0 tras un tiempo con dos caras. Unos primeros 10 minutos difíciles, tras los cuales el partido está controlado, pero sin alcanzar el nivel del miércoles pasado. En la segunda parte, el PSV intenta decidir el partido de inmediato. Tras una combinación entre Joop y Davy, Greg aparece delante del portero, pero lo encuentra en su camino. Instantes después, Joop, expulsado por Davy, parece incluso encaminarse hacia el 2-0, pero el portero logra salvar con un rápido reflejo con el pie. El PSV tiene las cosas bajo control en la retaguardia, sólo falta el segundo gol. Un saque de esquina botado por Niels es cabeceado elegantemente a puerta por Joey, pero por encima. Una ley no escrita del fútbol es que si el gol no llega por un lado, llegará por el otro. Un cuarto de hora antes del final, Kyan había desviado el peligro con un buen juego de pies, pero el delantero del Aquisgrán no acertó a rematar al borde del área. En lugar del 2-0, ahora es el 1-1. El partido parece abocado al empate, pero unos minutos antes del final el PSV consigue un tiro libre lateral a mitad del campo del Aachen. A través de Davy, el balón acaba en los pies de Mo, que estaba en fuera de juego, y el PSV vuelve a adelantarse. El botín parece estar dentro. Un minuto antes del final, Jay recibe la primera tarjeta amarilla de su carrera cerca de la línea de medio campo tras una falta profesional. El tiro libre se lanza en los 16 metros y Kyan consigue atajar. Esto es lo que todos piensan, pero el árbitro decide inexplicablemente poner el balón en el punto. El Aachen no deja escapar esta oportunidad y el tiro personal entra por el poste interior, lo que significa el 2-2 definitivo. Es una lástima que de esta forma se pierdan dos puntos en la marcha hacia arriba.
Si hace dos meses nos hubiéramos conformado con un empate, ahora esto empieza a parecer una derrota. Una señal de que los chicos van por el buen camino.
Informe cortesía de Eric Zeegers